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Sinestesia

Tropo emparentado con la enálage que consiste en enlazar dos imágenes o sensaciones percibidas por distintos órganos sensoriales. Aunque es un recurso desarrollado en el Simbolismo y el Modernismo del siglo XIX, se viene usando desde la Antigüedad. Por ejemplo, Virgilio escribió clamore incendunt coelum y en el Siglo de Oro Góngora dijo relámpagos de risas carmesíes:

Dos cosas despertaron mis antojos
extranjeras no al alma, a los sentidos:
Marino, gran pintor de los oídos,
y Rubens, gran poeta de los ojos…
Lope de Vega.

Tan vivo está el jazmín, la pura rosa
que, blandamente ardiendo en azucena…
Lope de Vega.

En colores sonoros suspendidos
oyen los ojos, miran los oídos...
Francisco López de Zárate.

Escucho con los ojos a los muertos… Francisco de Quevedo

...Y tenía un olor ácido, como a yodo y a limones.. Rafael Sánchez Ferlosio, Industrias y andanzas de Alfanhuí

Una variante es la sinestesia de segundo grado, en la que un adjetivo concreto acompaña a un sustantivo abstracto, como “verde esperanza”, o a un objeto o sentimiento. Federico García Lorca complicó mucho este procedimiento, como cuando escribió en uno de sus Sonetos del amor oscuro:

Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte