Extratextualidad
Relaciones entre los textos producidos por un autor y los textos producidos por otro. Por ejemplo, entre el Cántico espiritual y La noche oscura del alma de San Juan de la Cruz y el Cantar de los cantares del Antiguo Testamento:
En una noche escura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.
A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que naide me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía,
sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guiaba
más cierto que la luz de mediodía
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme
el rostro recliné sobre el amado;
cesó todo, y dejéme
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado. San Juan de la Cruz
Cantar de los cantares, cap. III:
Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma;
lo busqué, y no lo hallé.
Y dije: “Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad;
por las calles y por las plazas
buscaré al que ama mi alma”.
Lo busqué, y no lo hallé.
Me hallaron los guardas que rondan la ciudad,
y les dije: “¿Habéis visto al que ama mi alma?”
Apenas hube pasado de ellos un poco,
hallé luego al que ama mi alma;
lo así, y no lo dejé,
hasta que lo metí en casa de mi madre,
y en la cámara de la que me dio a luz.
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén,
por los corzos y por las ciervas del campo,
que no despertéis ni hagáis velar al amor,
hasta que quiera el cortejo de bodas
¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo,
sahumada de mirra y de incienso
y de todo polvo aromático?
He aquí es la litera de Salomón;
sesenta valientes la rodean,
de los fuertes de Israel.
Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra;
cada uno su espada sobre su muslo,
por los temores de la noche.
El rey Salomón se hizo una carroza
de madera del Líbano.
Hizo sus columnas de plata,
su respaldo de oro,
su asiento de grana,
su interior recamado de amor
por las doncellas de Jerusalén.
Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón
con la corona con que le coronó su madre en el día de su desposorio,
y el día del gozo de su corazón.