Asíndeton
Recurso estilístico contrario al polisíndeton que consiste en omitir las conjunciones para dar mayor fluidez, dinamismo, apasionamiento o empaque a la frase.
Lágrimas allí no valen, arrepentimientos allí no aprovechan, oraciones allí no se oyen, promesas para adelante allí no se admiten, tiempo de penitencia allí no se da, porque acabado el postrer punto de la vida ya no hay más tiempo de penitencia… Fray Luis de Granada.
Acude, acorre, vuela
traspasa la alta sierra, ocupa el llano
no perdones la espuela
no des paz a la mano
menea fulminando el hierro insano… Fray Luis de León.
Pasó, pasé; miró, miré; vio, vila;
dio muestras de querer, hice otro tanto;
guiñó, guiñé; tosió, tosí; seguila;
fuese a su casa y, sin quitarse el manto,
alzó, llegué, toqué, besé, cubrila,
deje el dinero y fuime como un santo. Atribuido a Quevedo.
La acumulación de sintagmas sin nexos ejerce un poderoso efecto de desconcierto en el ánimo de lector, lo que supo utilizar muy bien San Juan de la Cruz, que con frecuencia empleó este recurso. Luis de Góngora lo utilizó más ocasionalmente, en este ejemplo por caso, y en otros mezclándolo con su particular sentido del hipérbaton:
Descaminado, enfermo, peregrino,
en tenebrosa noche, con pie incierto,
la confusión pisando del desierto,
voces en vano dio, pasos sin tino.