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Calambur

Falsa separación de las unidades léxicas de la cadena fónica que produce un equívoco o ambigüedad. Así, se cuenta que Quevedo hizo la apuesta de decirle a la reina que era coja sin que se enterase, para lo cual cogió un clavel y una rosa del jardín por donde ésta se paseaba y se los ofreció diciendo:

Entre el clavel y la rosa
su majestad es-coja
.

De la misma manera escribió Gracián:

El sacro y adorado nombre de Dios, que dividido está diciendo: “Díos, díos la vida, díos la hacienda, díos los hijos, díos la salud, díos la tierra, díos el cielo, díos el ser, díos mi gracia, díos a mí mismo, díoslo todo”, de modo que del dar, del hacernos todo bien, tomó el Señor su santísimo y augustísimo renombre de Dios en nuestra lengua española.

Y Góngora dijo de su enemigo Lope:

A este Lopico, lo pico.

El primer Garcilaso, acostumbrado a las ingeniosidades cancioneriles, aún utilizaba este juego del vocablo:

Es el arca de No-he,
que quiere decir “no tengo”.

Cuando murió San Ignacio de Loyola, los jesuitas pasearon un mote que utilizaba este recurso propiamente barroco:

Murió Y gnacio.